Pasos, voces, golpes y luego solo un silencio. En el medio del silencio se escuchaba un pequeño llanto. Era una pequeña niña asustada en la esquina de la oscura habitación. Lo único que hacía era llorar. En su cabeza oía voces, tenía miedo. Ella no sabía que hacer, solo lloraba y lloraba. Cuando me intenté acercar se alejó. Insistí, puse mi mano en su brazo, pero ella gritó que no la tocara. Vi el miedo en sus ojos. Eran unos ojos oscuros, negros creo recordar. Con solo mirarla sentí su frialdad. El miedo invadió mi cuerpo y lo único que hice fue salir corriendo.
Ahora me siento como ella, como la pequeña niña asustada que estaba en la esquina de la oscura habitación.
lunes, 25 de enero de 2010
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