miércoles, 10 de marzo de 2010

Buenos días

Nos encontramos en un bar, sólo cruzamos un par de miradas, sonreíste y fui a presentarme. Tomamos un par de copas y fuimos hasta la plaza donde había una gran fuente. Nos sentamos en unos bancos que estaban allí al lado y estubimos allí hablando sobre temas actuales, pero nada de nuestras vidas. Empezó a escurecer y me invitaste a tu casa. Por el camino empezó a llover, no eran un par de gotitas, era como si el cielo se nos callera encima. Me dijiste que me fuera sacando toda la ropa mojada mientras tú te ibas a por una toalla. Me sequé y me envolví en ella. Me miraste a los ojos y sin conocernos de nada ya me lo habías dicho todo. Tu mirada iba cambiando con cada roce que dabas en mi cuerpo. Me empezaste a besar despacito de abajo a arriba y así pasamos la noche. Cuando te despertaste, no estaba a tu lado, solo había un café recién hecho y una nota que ponía buenos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario