miércoles, 31 de marzo de 2010

Desde ese día...

Desde ese día mis ojos no han parado de llorar, mi garganta no ha parado de gritar y mis piernas aún siguen temblando. Pero ahora el silencio que hay entre nosotros dos, llena todo el vacío que había en nuestras vidas.

2 comentarios:

  1. Este relato es muy neutro; es abierto, se intuye de qué va pero se le pueden dar varias interpretaciones. Pero yo sigo diciendo que es existencialista xD

    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Un silencio compartido é mellor que mil palabras de compromiso…
    Ter un silencio comodo é a proba de que realmente hai algo en común…

    ResponderEliminar